Genera polémica en redes sociales.
Durante su reciente visita a Baja California, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, generó polémica al protagonizar un momento inesperado con la diputada Julieta Ramírez Padilla.
Mientras caminaba entre la multitud, el mandatario respondió a la admiración de la diputada con un abrazo y un beso, captado por las cámaras celulares presentes. Aunque la diputada mostró una reacción aparentemente positiva, el gesto ha provocado debate en torno a los límites personales y las normas sociales en las interacciones, especialmente considerando la condición de figuras públicas.
El episodio resalta la importancia del consentimiento y el respeto hacia cada individuo, independientemente de las circunstancias y del género al que pertenezcan, reavivando la discusión sobre el comportamiento adecuado en el ámbito político y las responsabilidades de quienes ocupan cargos públicos.
Con información de Contraportada México