El cenote San Tito tiene una peculiar historia, pues fue descubierto por error, ya que una familia de Kopomá pensó que sólo se trataba de un pozo que tenían en su propiedad.
Sin embargo, hace 30 años, la familia descubrió que, en realidad, de donde extraían agua era un cenote que estaba debajo de su casa.
La situación no la dejaron pasar y desde entonces el cenote San Tito está abierto al público en general, con un costo de 50 pesitos por persona, y el sitio es ideal para meterse a bañar sin la necesidad de un chaleco salvavidas, debido a su poca profundidad.
¿Te imaginas tener un cenote en el patio de tu casa?
Con información de Contraportada México
