Visitantes condenaron su actuar.
Una turista que andaba de paseo en Chichén Itzá, ignorando las prohibiciones, decidió subir las escaleras de la pirámide de Kukulcán, lo que causó el enojo de cientos de paseantes que estaban en la zona.
El actuar de la mujer fue condenado y reprobado por los visitantes, tanto nacionales como internacionales, quienes pedían a gritos que la bajen.
Momentos después, un guardia de seguridad subió para retirar a la mujer, quien fue detenida por personal de este recinto, ante gritos de asistentes.
En cuanto la mujer se encontraba ya en “tierra firme”, los paseantes le abuchearon, le tiraron agua y todo lo que tenían a la mano, a la vez que pedían “que la metan a la cárcel”. Incluso hubo quienes la agredieron físicamente.
Con información de Contraportada México