No lo querían renovar su tarjeta para que cobre su pensión.
La señora Dolores Gómez Reyna, de 89 años de edad, a pesar de encontrarse delicada de salud y postrada en una camilla, fue obligada por un banco a acudir personalmente a renovar su tarjeta para poder cobrar su pensión.
Los familiares de doña Dolores presentaron al banco cartas poder y diversos documentos, pero el personal simplemente no entendió razones y señalaron que la adulta mayor tendría que acudir personalmente a realizar el trámite.
Entonces a la señora Gómez Reyna no le quedó de otra más que acudir a bordo de una ambulancia, postrada en una camilla y auxiliada por socorristas y sus mismos familiares a la sucursal bancaria, para poder renovar su tarjeta y cobrar sus pensiones de viudez del IMSS y del adulto mayor, hecho que ha causado la indignación de cientos de usuarios de las redes sociales y de incluso los tarjetahabientes de la misma institución.
Con información de Contraportada México