Como en muchas culturas, los mayas tienen sus formas de interpretar lo que sucede cuando el cuerpo y la mente entra en el mundo onírico, pues los sueños podrían alertarlos de peligros o sucesos importantes.
Oswaldo Baqueiro López, en su libro “Magia, mitos y supersticiones entre los mayas”, señaló ciertas imágenes recurrentes en los sueños eran interpretadas como señalas y acostumbraban a enfrentarlas de distintas maneras.
Por ejemplo, si se soñaba con una mujer desnuda, significaba que al día siguiente se verá una serpiente de cascabel, mientras que si aparecen cochinos negros era señal de que la muerte nos perseguiría al día siguiente al entrar a una milpa, a menos que contemos a alguien el sueño apenas se despertaba.
Las señales de que la muerte de un pariente estaba cerca era soñar que se flotaba en el aire o que nos sacan un diente con dolor; ver tomates rojos era presagio del fallecimiento de un menor; si un toro negro intentaba ingresar a nuestra casa en el sueño significaba que estamos pronto a asistir a un funeral al igual que soñar que se está en una ciudad extraña.
Otros sueños que indicaban que la muerte está cerca son el tener garrapatas en la mano, así como el quiebre de un cántaro de agua o pasa a nuestro lado un toro bermejo.
Otra señal de mal augurio es soñar que la casa se incendia, pues significaba que un familiar caería enfermo de fiebre o caería la mala suerte.
Una señal que podría ser positiva es soñar con caballos blancos que pelean, pues estos traerían las lluvias y si vemos serpientes es que tendremos un conflicto con el esposo o esposa.
Agencias